¿Por qué estudiar Osteopatía en Chile?
Hace 3 años empezamos un nuevo camino formativo en Chile, debido a la persistencia de un grupo de alumnos chilenos, que nos escribían con pasión para que les facilitásemos el poder llegar a ser un día buenos osteópatas.
Dicha pasión, unida a la nuestra por esta profesión, hizo viable lo que no lo era, y así empezamos a impartir una formación de Máster que, desde entonces, no ha dejado de crecer.
Tuve la suerte de ser el primer profesor que les impartió un seminario y lo que me pasó esos 10 días, fue lo mismo que luego les ha ido sucediendo a todos y cada uno de los profesores que han ido a dar clases. Descubrí en la gente de Chile una sencillez combinada con una formación previa exquisita, que me deslumbró y me demostró todo lo que todavía tengo por aprender. Así las clases fueron un estímulo mútuo que me hizo guardar esta experiencia docente y personal como una de las más intensas y emocionantes que he vivido.
Han ido pasando los años y este sentimiento suyo y mio ha ido aumentando, y es por ello que les tengo un profundo respeto, pues sé que ese es el camino hacia una mayor sabiduría.
Uno tiende siempre a comparar cuando está dando clase, a un grupo con otro, en mi caso las comparaciones iban entre Valencia y Santiago de Chile, respecto a la actitud de los alumnos, a su capacidad de aprender, de autocuestionarse, de mostrarse como un libro en blanco sobre el que solo se puede escribir y dar contenido. Con el tiempo llegué a la conclusión de que en España, nuestra forma de educación hace que pensemos demasiado pronto que sabemos de todo y que estamos muy por encima de otros muchos.
En Chile he descubierto a través de esa humildad en los alumnos, que cada vez que aprendemos tenemos que desaprender, que tenemos que ser capaces de romper los clichés con que, de forma tan categórica, salimos de las universidades.
En Chile he visto que el ego es secundario, que el paciente, realmente está por encima del terapeuta y que las ganas de formarme, hacen que no me importe derrumbar los pilares que me asientan como profesional.
Tal vez esta forma de entenderse como profesional viene de la forma de entenderse como sociedad, como cultura y como país.
Cada profesor que ha vuelto de Chile, lo ha hecho lleno de satisfacción, a todos les ha marcado la experiencia y les ha hecho mejores profesionales. En mi caso, creo que soy un poco menos profesor y algo más maestro. Este es el legado que me ha dejado Chile.
Estudiar Osteopatía en Chile adquiere otro cariz, genera otro tipo de profesionales, por lo que son y por como son ellos. Por eso considero que, en Chile, la Osteopatía sale reforzada como campo profesional, todos salimos ganando y esto es lo que al final es más importante para los pacientes.
Animo a todos los buenos profesionales a que no dejen esta actitud de aprendizaje, de servicio, de querer progresar y, por supuesto, a que lo hagan desde estos valores y esta forma de ser tan exquisita. Espero con ansias el inicio de un nuevo curso, volver a ver a alumnos motivados, decididos, con la mente, los ojos y el corazón abiertos, alumnos sedientos de Osteopatía.
Gracias Chile por darnos tanto, a los que a vuestra casa vamos y a la Osteopatía.
Ramón Peris
Director INOVA
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